Para cambiar el mundo sólo hace falta una cosa:
CAMBIAR UNO MISMO.
Es la conclusión a la que he llegado después de mucho leer y comprobar las mejoras que ha producido en mí, un "giro copernicano" a la hora de observar/sentir al resto del mundo. Mejoras tanto a nivel mental como físico:
Os lo creáis o no, llevo unas cuantas semanas sin usar el inhalador (del que antes no podía separarme) e incluso una muela que me estaba dando problemas (y que el dentista me recomendó quitar para poner un implante), milagrosamente ha dejado de darlos. Al menos, de momento. Físicamente me encuentro A TOPE. Y mentalmente, estoy pleno de energía, optimismo y vitalidad.
¿Cómo ha ocurrido ésto? Aplicando una serie de principios que he decidido seguir incondicionalmente. Os cuento los más importantes. Aunque hay más que detallaremos más adelante.