No tenía pensado escribir esta entrada, pero acontecimientos recientes en mi entorno han hecho que profundice en la reflexión que dejo indicada en el título. Me apetece compartir esta inquietud con todos vosotros ahora que tengo "caliente" la noticia que me han dado.
"Preparados, listos, YA."
No empezamos un proyecto, el que sea, sin tener pensada una meta, un destino. Aunque a veces no terminemos de visualizarlo del todo, está claro que si te pones a andar, es para algo. Hay que tener claro un objetivo y la misión de todos nuestros pasos será llegar a él. Sin embargo, pienso que lo importante no es conseguir alcanzar el punto X, sino cómo lo hemos logrado.
Si le preguntas a un niño el valor de X en la siguiente ecuación 10X+5=55 seguramente te conteste correctamente: - Cinco. (seguramente porque es el primer número que se le viene a la cabeza al haberlo escuchado reiteradamente). ¿Pero acaso tiene valor que haya acertado si no sabe el motivo por el que lo ha hecho?. Lo importante no es que sepa el resultado sino que aprenda a resolver ecuaciones.
"No seas sólo un Sprinter, sé un corredor de fondo."
A veces, llegar a la meta resulta sencillo si tienes claro el camino. La recompensa se obtiene rápidamente y de esta forma te puedes dedicar a hacer lo mismo una y otra vez. ¿Es eso suficiente? Bueno, dependerá de las aspiraciones que tenga cada uno. Yo opino que es mejor marcarse siempre nuevos retos y ser un corredor de fondo, donde prime la estrategia y la adaptación al medio. Aprenderás muchas más cosas y tendrás un espectro más amplio que te permitirá alcanzar nuevas metas que igual antes no tenías en mente.
He conocido vendedores de coches muy buenos, que no tenían ni idea de los equipamientos que llevaban los vehículos que ofertaban. Yo sin embargo me aprendía de memoria cada catálogo nuevo que salía, los programas que lanzaban, cursillos. etc. Vendía MENOS. Pero para mí, seguramente, haya sido más enriquecedor seguir aprendiendo cosas nuevas a estar repitiendo como un loro, las mismas chorradas una y otra vez. ¿A ellos les funcionaba? Pues muy bien, todo para ellos.
"Mira por dónde vas, que no estás solo."
¿Os gusta el ciclismo? ¿No mucho? Bueno, estoy seguro de que alguna vez habréis visto la imagen de algún corredor que iba escapado y pocos metros antes de llegar a la meta, levanta los brazos pensando que ya iba a ganar la carrera... cuando de repente le adelanta otro que venía detrás. Nuestro escapado queda segundo y con cara de idiota.
En esta vida no estamos solos. No vale con decir: -Estamos bien. Nuestro negocio va fenomenal así que dejemos las cosas como están. Eso es un error. Tienes que vigilar tu entorno, porque lo que te parece que va bien, puede ser un espejismo, un autoengaño; y los problemas acaben por sobrevenir por no haber tenido ojo de detectarlos antes y haber reaccionado a tiempo. El tsunami del desastre llega y puede ser demasiado tarde para enmendarlo.
"¿Aprender de los errores? ¿Desde cuándo?"
¿Os gusta el Boxeo? ¿Tampoco? Bueno, sabéis de qué va y alguna vez habréis visto un combate. Cuando se están golpeando de esa forma tan contundente y uno de ellos toma clara ventaja sobre el otro. Cuando veis que el púgil de calzón blanco martillea la cara del de calzón negro con un gancho, un directo, un croché. ¿Realmente os fijáis en lo bien que golpea el de blanco, o en lo mal que se cubre el de negro?
Siempre hemos escuchado que de los errores se aprende. Pero leyendo el libro "Reinicia" al que estoy muy enganchado, he abierto los ojos: No se aprende nada productivo de los errores, únicamente a tratar de no volver a cometerlos. Hay que aprender de los aciertos. Seguro que en tu camino has tomado decisiones correctas que ha supuesto un beneficio en tu vida. Toma esas decisiones como ejemplo y sigue por ese camino. Yo, personalmente, me fijo en el boxeador de calzón blanco. Y si el de negro se cubriera perfectamente protegiendo su integridad sin recibir un sólo golpe, entonces me empezaría a fijar en él. Siempre, en los aciertos, no en los errores.
"Disfrutar del camino, pues este siempre acaba."
Ya os voy a dejar con este último consejo. Disfrutad de todo aquello que estéis haciendo, sea lo que sea. Tarde o temprano puede que se acabe, y lo que se trata es de echar la vista atrás y no arrepentirse nunca jamás de las decisiones tomadas, sino de sentirse satisfecho por haberlas afrontado. Cualesquiera que hayan sido las consecuencias. Puede ser que en un momento dado duela tomar una decisión difícil. Pero si hay que tomar un cruce diferente, un camino nuevo, lo mejor es echarse nuevamente a andar cuanto antes, y no cuando ya no se tienen fuerzas ni capacidad de afrontar un nuevo destino.
Un saludo a todos y gracias por vuestro tiempo.
Juan Félix Ibarreche.
https://www.facebook.com/juanfelixibarrechegarcia
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